¿Qué es el miedo? más que una mezcla de emociones, sentimientos confundidos, deseos reprimidos, vergüenza, ansiedad, la inseguridad de no tener el control, un reflejo natural de supervivencia ante el peligro. El miedo es un arma de doble filo que no deja heridas en la piel y todos somos portadores de esta, incluso la persona más valiente del mundo tiene un talón de Aquiles por desgarrar en intenso llanto. El miedo está en todas partes y lo puede dominar, sociedades controladas por la política y religión con doctrinas de shock; la proyección económica del mundo manejado por la especulación del miedo; jugadores de póker ganando el pozo sólo con bluffear; penales errados por dudar en la carrera; trabajos infelices por rechazar la vocación; la ansiedad de una juventud consumista; la partida de un ser querido; amores perdidos por no tener el valor de dar el primer paso. Un sinfín de oportunidades consumidas por el miedo, pero, la única forma de despertar de una pesadilla es enfrentar ese miedo, desafiar a esos perros de caza sedientos de nuestros temores, respirar hondo e ir a patear ese penal, hacer las cosas por amor y no por miedo, aunque se fracase en el proceso debemos seguir intentándolo para algún día lograr esa utopía personal que nos paraliza y también nos mueve a ir por más, por eso ahora apagaremos ese televisor de desdichas, encenderemos ese sueño y aprovecharemos el ahora cómo si no hubiera un mañana.